LA HABITACIÓN EN LLAMAS

En La habitación en llamas, Michael Connelly (Filadelfia, USA, 1956) narra un nuevo episodio de la popular serie protagonizada por el detective Harry Bosch destinado a la brigada de “Casos Abiertos” de la policía de Los Ángeles. En esta ocasión, próximo a la edad del retiro, se encarga de investigar el fallecimiento del guitarrista mexicano Orlando Merced, ocurrida como consecuencia de las heridas de bala que había recibido diez años atrás.
El músico, mientras descansaba en un bar junto a sus compañeros, cayó abatido por un rifle de mira telescópica disparado a larga distancia que lo dejó disminuido en sus facultades y pasado el tiempo, le ocasionó la muerte. Aunque la policía se había ocupado del caso en su momento, no logró establecer la identidad del asesino ni los motivos por los que fue asesinado. Lucía Soto, una joven agente recién incorporada a la sección, ha sido asignada como ayudante de Harry Bosch en el cumplimiento de su misión ya que, gracias a su dominio del español, se moverá con mayor desenvoltura en los ambientes de la inmigración mexicana en Los Ángeles. En el transcurso de las investigaciones, los dos detectives se encuentran con otro obscuro episodio criminal que había costado la vida a varios niños de una guardería, incendiada para encubrir el atraco ejecutado en una entidad bancaria próxima al edificio siniestrado. Los ladrones lograron escapar, mientras bomberos y policías se esforzaban en auxiliar a las pequeñas víctimas del siniestro. Harry Bosch y Lucía abordan los dos casos de forma paralela, obligados a reconstruir unos hechos que se remontaban varios años atrás, por lo que la mayoría de los testigos resultaban difíciles de localizar o no recordaban los datos necesarios para instruir el atestado. Gracias a la tenacidad y experiencia del veterano Bosch y a la mayor agilidad mental e intuición de su joven compañera, se producen notables avances en el esclarecimiento de los dos casos que, dado el tiempo transcurrido, los responsables de los crímenes, consideraban ya olvidados. Pese a las presiones en contra, los policías no escatiman esfuerzos para detener a los delincuentes que, dispuestos a impedir la acción de la justicia, utilizan sus influencias políticas y económicas para hacer desaparecer las pruebas que demuestren su culpabilidad. Al tiempo que se desarrolla la investigación policiaca, la obra plantea los problemas de los inmigrantes hispanoamericanos, discriminados racial y culturalmente, pese a sus esfuerzos por integrarse en una sociedad que los trata como ciudadanos de segunda categoría. Michel Connelly muestra una vez más su dominio de los recursos emotivos del género policiaco, que alterna con episodios de la vida privada de Harry Bosch, preocupado ahora por la educación de su hija adolescente, de la que se hizo cargo a la muerte de su madre.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa