LA HERENCIA VIVA DE LOS CLÁSICOS

La historiadora británica Mary Beard (n.1955) catedrática de la Universidad de Cambridge, galardonada con el premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales en 2016, ha reunido, en este volumen, una serie de artículos, reseñas de libros y conferencias sobre diversos temas relacionados con el mundo clásico grecorromano.
Los escritos, en su mayor parte publicados en las revistas de información bibliográfica London y New York Review of books y en el suplemento literario del Times, se dedican a comentar los últimos estudios que aportan nuevos datos relacionados con el Mundo Antiguo. La primera parte se dedica a las Bellas Artes en Grecia a través de los restos arqueológicos hallados en la isla de Creta, así como a figuras tan señeras como la del historiador Tucídides, la poetisa Safo o al genio militar del Gran Alejandro. En la segunda parte, Roma aparece representada por los míticos, Rómulo y Remo, creadores de la gran potencia que siglos más tarde se enfrentaría al cartaginés Aníbal, para desembocar en guerras civiles y agitaciones sociales, preludio del Imperio iniciado por César Augusto. Mary Beard se ocupa de esos temas al compás de los trabajos de investigación de colegas y estudiosos, cuyas teorías rebate o confirma al tiempo que amplía datos y añade divertidas anécdotas reveladoras del carácter del pueblo romano. Cleopatra, Julio César, Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón ofrecen en sus correspondientes apartados, diversos episodios de su vida que han sido revisados por los expertos y aportan nuevos elementos de gran utilidad para el conocimiento de la época Imperial. Los últimos capítulos, de carácter más informal y ameno, se refieren con agudo sentido del humor, a la mentalidad, costumbres y tradiciones del mundo romano que todavía, al paso de los siglos, atraen la atención de los viajeros y turistas que recorren fascinados las ruinas de un pasado glorioso. Mary Beard, advierte con realismo que, junto a las luces de aquella civilización, existieron sombras: corrupción, vicios y crímenes alevosos, ambiciones y derrotas. Aspectos negativos que no anulan los valores irremplazables del Imperio que todavía pervive en las instituciones y la cultura del mundo Occidental.

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