LA HIJA DEL ESTE

En un viaje de estudios de alumnos bosnios a Moscú, Ana, hija del general Mladic, empieza a dudar de que su padre sea realmente un héroe, pues todos le tienen por un hombre sin escrúpulos. Clara Usón pretende darnos otra visión de la guerra entre bosnios y serbios, poniendo la visión de Ana como el contrapunto al mensaje de los medios de comunicación por aquel entonces. El meollo de la novela no es tanto el viaje de los estudiantes como la galería de héroes que la autora nos presenta y con la que nos da varias interpretaciones de la guerra, las limpiezas étnicas, el papel de judíos, croatas, montenegrinos y de algunos países europeos en aquel conflicto bélico. Pero en estos retratos el lector pierde el hilo y no sabe quién le habla de forma tajante y con tantas anécdotas domésticas: si el propio héroe o la autora de la novela. La novela se lee como un puzzle complicado con muchas piezas dispersas que acumulan interpretaciones sin apenas hilo conductor. La historia central parece ser la de Mladic, el padre de Ana, junto con sus novios y amigos; pero más que historia es un vínculo familiar. La devoción que Ana siente por su padre empieza a flaquear al final de la novela. Esto no es suficiente para atrapar al lector, el cual lee con despego las interpretaciones del conflito que Clara Usón le presenta, como algo ocurrido hace no tantos años, pero que no ha tomado forma novelística. El suicidio de Ana es un hecho real, así como la imposibilidad de encontrarle un motivo suficiente. Al final no sabemos bien qué postura política critica Clara Usón y si quería esclarecer el suicidio o utilizarlo novelísticamente.

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