LA HISTORIA DE SAMUEL TITMARSH Y EL GRAN DIAMANTE HOGGARTY

Trata esta novela de una estafa surgida en el ambiente financiero de Londres, durante el primer tercio del siglo XIX. El protagonista es un joven pobre cuya madre, viuda de un pastor y con varias hijas por casar, invierte sus pequeños ahorros en una compañía de seguros de la City, lo que permite que su único hijo varón trabaje como contable en la empresa. Posteriormente, una anciana tía, viuda sin hijos y con mucho dinero, regala a este una joya con un valioso diamante, cuya posesión hace suponer a quienes le ven lucirla, que se trata de un personaje importante.
La obra, publicada por entregas en Fraser´s Magazine en 1841, es una novela realista de fondo autobiográfico, en lo que se refiere a la figura del protagonista, e inspirada en un escándalo financiero muy sonado en aquella época. Las desventuras del veinteañero Samuel, narradas en tono humorístico, encierran un contenido de fondo dramático donde se reflexiona con clara intención crítica sobre, la tentación de la riqueza y la inmisericordia, avaricia y ambición que suelen caracterizar a quienes sucumben a ella y prosperan de modo fulgurante en el mundo mercantil. La ingenuidad del modesto contable, que casi atribuye a poderes mágicos del diamante su rápido ascenso en la compañía aseguradora, contrasta con la hipocresía de quienes le halagan y promocionan para hacerse con la fortuna de su tía. El autor, en esta una de sus primeras novelas, destaca por la lucidez y profundidad con que ahonda en los sentimientos de los personajes y el equilibrio con que condena la falta de principios de unos a la vez que exalta la generosidad, la nobleza y la leal amistad que muestran otros. El estilo, actualizado gracias a la acertada traducción y a las notas a pie de página, contribuyen a acercar al lector de hoy la trama de esta novela cuya temática, estilo y técnica narrativa permanecen plenamente vigentes.
W. Thackeray (1811-1863) es un clásico inglés conocido sobre todo por sus dos obras maestra, “Barry Lyndon” y “La feria de las vanidades”

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