- Editorial: SEKOTIA
- Año de edición: 2020
- Materia: Historia moderna
- ISBN: 978-84-16921-79-9
- Páginas: 144
- Colección: < Genérica >
- Idioma: Español
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Es indudable que la Iglesia como institución no atraviesa por un buen momento. Como señala Martín de la Hoz, no se puede pasar por alto que se halla en una situación de desprestigio. De ahí que sea necesario reconocer el papel que hace, desde un punto de vista social, pero también resulta crucial poner en claro su papel a lo largo de la historia. En este sentido, si hubiera que señalar una época crítica, sobre la que se han vertido ríos de tinta y que ha generado más polémica, sin duda tendríamos que hablar de la Inquisición. Junto a la Iglesia, ha sido también España la que se ha visto afectada por la crítica, como muestra el establecimiento de la leyenda negra.
Frente a otros estudios, muchos de ellos relevantes, la ventaja de este libro es su sencillez: se centra en lo importante, valora datos y desprecia la paja con el fin tanto de que el lector sepa realmente lo que fue como con el de ayudarlo para exponer y argumentar en un debate público. Lo que llama la atención es el foco que se ha puesto sobre la Inquisición en Castilla, olvidando sus orígenes, y obviando que, por ejemplo, la corona inglesa también tuvo la suya, dirigida especialmente contra el sacerdocio católico.
A diferencia también de otros estudios, Martín de la Hoz sitúa la institución de la Inquisición en un amplio horizonte histórico, aludiendo a la época de expansión de la fe cristiana, la amenaza arriana y al surgimiento de movimientos heréticos, ya avanzada la Edad Media. Fue la rebelión cátara lo que obligó a la creación del Tribunal de la Inquisición, obra de Gregorio IX en el año 1231. La finalidad era detectar al hereje y defender la fe. Por ese motivo, como insiste el libro, el pueblo cristiano recibió con normalidad su existencia; también resultaba. necesaria, teniendo en cuenta el camino cristiano de salvación, para evitar en lo posible la condenación de quien cuestionaba la fe de la Iglesia.
En términos jurídicos, el proceso diseñado era muy riguroso, lo que evitó males mayores y muchas equivocaciones. Martín de la Hoz se refiere, al hilo de todo ello, a la cuestión de los judaizantes, los moriscos, y explica la institucionalización de la Inquisición española. Junto con la inquisición inglesa y alemana, con la llamada caza de brujas, pone de manifiesto la censura regia y el surgimiento de la crítica a la inquisición.
El libro merece la pena: es un ensayo argumentado, sintético, desapasionado, lo que se agradece en un tema que suscita tanta polémica. Y aunque combate la leyenda negra, no por ello Martín de la Hoz se muestra parcial: es evidente, como enseña la Iglesia, que nadie puede ser forzado a vivir la fe. Un ensayo, en definitiva, desmitificador, que va al grano.
TROA
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