LA ISLA PERDIDA

La isla perdida es una novela de acción y aventura de
Douglas Preston y Lindon Child protagonizada por Gideon Crew, joven y atrevido personaje sin escrúpulos, capaz de lograr cualquier resultado a cambio de sustanciosas ganancias de los patronos que contratan sus servicios. En este episodio acepta la misión de robar la página de un valioso pergamino medieval donde aparece representado un antiguo mapa que podría conducir al descubrimiento de un fármaco de gran eficacia curativa. El libro se exhibe en una biblioteca de Nueva York entre grandes medidas de seguridad, que hacen casi imposible cumplir el encargo. El interesado, el excéntrico y caprichoso millonario Eli Glinn, presidente de una Fundación dedicada al desarrollo de ciencia y tecnología, afirma que trata de producir a un precio moderado una medicina revolucionaria capaz de salvar millones de vidas humanas. Gideon logra cumplir la primera parte del plan y, una vez en posesión del mapa el propio sr. Glinn le facilita los medios para alcanzar el objetivo final. El pergamino traza una ruta que parte del Mediterráneo y, a través del estrecho de Gibraltar, se alarga hasta unas islas misteriosas situadas en el Mar Caribe. A bordo de un yate ultramoderno, capitaneado por la joven Amy, Gideon sigue las instrucciones de la carta náutica y después de superar con riesgo de su vida múltiples dificultades, arriban a un islote perdido que responde a los rasgos expuestos en el manuscrito. El relato cobra un sesgo entre disparatado y divertido, cuando Gideon y Amy se encuentran con un ser de aspecto Neanderthal dotado, además, como el cíclope de la Odisea, de un solo ojo. El feroz homínido les conduce al hongo milagroso del cual se pretende extraer el fármaco anhelado por el mecenas bienhechor, que luego resulta ser un desaprensivo ambicioso e inmoral. Una expresión blasfema, inexistente en el original inglés, empaña la conducta ejemplar que muestran Gideon y Amy en sus relaciones personales. En esta ocasión ni siquiera el oficio narrativo de los exitosos autores de best sellers Douglas Preston y Lindon Child logra hacer creíble una trama argumental carente de sentido que incorpora secuencias de los viajes de Ulises y escenas tomadas de las películas protagonizadas por el gigante simiesco King Kong.

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