LA ISLA

Periodista y realizadora de programas de radio-TV de Suecia Asa Avdic (1974) sitúa la acción narrada en La isla, su primera novela, en un supuesto país llamado Protectorado de Suecia que en el año 2037 ha iniciado un programa de selección para elegir a un alto funcionario de los servicios secretos del Ejército. Los aspirantes deberán superar una dura prueba de fortaleza mental a desarrollar durante varios días en una pequeña isla, llamada Isola, donde permanecerían incomunicados del exterior, sometidos a las normas dictadas por el equipo encargado de dirigir los ejercicios.
Anna Francis, distinguida ejecutiva del Estado adscrita al estamento militar ha sido convocada por el presidente de la entidad organizadora para colaborar en las tareas de selección de candidatos. Deberá fingir su muerte para valorar la actitud de los aspirantes ante un hecho supuestamente imprevisto y medir su capacidad de control en momentos de crisis. Coaccionada por los superiores, se ve forzada a aceptar la propuesta, una vez que le aseguran la total ausencia de riesgos para su integridad física además de una sustancial compensación económica y el ascenso a la élite de la institución. Iniciadas las pruebas, Anna Francis no tarda en descubrir que ha sido engañada por los superiores hasta el punto de considerar que su vida corre verdadero riesgo y no fingido como le habían prometido en principio. A su pesar, debe interpretar el papel que se le asigna bajo la amenaza de sufrir las consecuencias en caso de no seguir las órdenes que le imparten los monitores del proceso. A medida que pasan los días los contendientes se ven envueltos en un peligroso juego de astucias encubiertas y de hábiles maniobras para descalificar a eliminar al contrario. Como era de suponer, tanto los directivos como los participantes cometen errores que conducen al dramático fracaso del proyecto. La apertura de un proceso interno de investigación descubre un entramado de corrupción dirigido por el presidente que se ha servido de su influencia para lograr sus fines sin reparar en los medios. La obra, poco elaborada desde el punto de vista literario, muestra la falta de humanidad de los departamentos del imaginario Protectorado de Suecia que convierten a la protagonista en víctima de una compleja trama de intereses al servicio de unos objetivos carentes de sentido que convierten a las personas en piezas de un mecanismo que gira sin principio fin.

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