LA LEYENDA DE UNA CASA SOLARIEGA

Narra esta novela, cuya edición original en sueco data de 1899, la tragedia de un joven rico que descubre cómo la hacienda familiar, arruinada, tras la muerte de su padre, obliga a la madre a vender la casa solariega de la familia, donde él ha vivido siempre. Desesperado, abandona los estudios y trata de ganar dinero pero cuando ya cuenta con algunos fondos, los pierde en un negocio desafortunado. Empobrecido de nuevo, su novia le abandona y él pierde la razón, aunque sigue trabajando y logra salvar la casa. Sus desvaríos lo convierten en víctima de burla popular, hasta que una circunstancia inesperada da un giro radical a la situación. La obra, de fondo autobiográfico, reproduce el propio caso de la autora, que perdió la mansión familiar de Värmland por causas y circunstancias semejantes a las aquí narradas. Sobre esta base real, que impregna de sinceridad el contenido del argumento, la acción transcurre como una bella alegoría sobre el dolor, el amor y la fuerza curativa del arte, de la música en este caso. Frente a las corrientes realistas y naturalistas imperantes en la época, el sentimiento lírico de la naturaleza y la pervivencia de las leyendas y tradiciones de la mitología escandinava precristiana, prestan a la historia un carácter neorromántico cuyo acertado tratamiento es uno de sus mayores atractivos. A estos se unen el acierto de la atmósfera ambiental, sugestiva, mágica y realista a partes iguales y el perfil de los personajes. Tanto el protagonista como la joven que consigue que vuelva en sí, resultan conmovedores en su indefensión e impresionantes en la fuerza de sus renuncias y sacrificios. El estilo, se manifiesta de gran belleza, a través de una cuidada traducción. Selma Lagerlöf (1858-1940) fue la primera mujer galardonada con el premio Nobel de literatura que obtuvo en 1909.

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