LA NIÑA DEL SOMBRERO AZUL

Segunda novela de la autora que ha tenido éxito con la primera Las herederas de la Singer.
En una aldea paupérrima de Asturias, la familia de Manuela se ve en la necesidad de prescindir de tres de sus hijas por dificultades para sobrevivir. Manuela, siendo muy joven, entra en el servicio de los marqueses de Armayor, en Gijón, donde trabaja ya otra chica de su aldea. Joven, inexperta y sorprendida por lujos desconocidos.
La hija de los marqueses y única heredera, Alexandra, tiene gran aprecio por ella y se propone demostrar que la distinción es consecuencia de la educación y no de la cuna. De modo que cuenta con ella más como señorita de compañía que como empleada doméstica. Manuela conoce a sus amigos, jóvenes estudiantes y trata con ellos. Alexandra será una ayuda cuando en la guerra civil Manuela se vea obligada a enviar a su hija única a Rusia para salvarla de los peligros de la contienda. Manuela sufre humillaciones, pobreza… pero sale adelante.
Es una novela río, porque desde el comienzo, poco antes de la guerra civil llega casi hasta la actualidad. Hasta más o menos el 70 por ciento de la narración es interesante. A partir de ahí se hace excesivamente detallista, se para en pequeñas cosas, se introducen personajes y hay giros inesperados casi hasta las últimas páginas. Da la impresión de que desea la autora escribir una novela de largo metraje.
Manuela, Alexandra son personajes más o menos creíbles, amigas hasta el final, fieles a sus modos de pensar. Manuela muy tradicional, Alexandra más liberal.
Las ciudades de Oviedo y Gijón tienen un papel en la novela. Hay detalles de anticlericalismo. La posición ya consabida de crítica a la dictadura… Y lógicamente, un homosexual.
La segunda parte decae también desde el punto de vista literario, que era bastante correcto. Recuerda a los seriales radiofónicos de hace años.

Carmen Trigo