LA SOCIEDAD DEL DESCONOCIMIENTO

Para Serrano Oceja, los inconvenientes de la sociedad de la información y de la intensificación de la comunicación no son técnicos, sino antropológicos. De ahí que, frente al acercamiento más superficial y la moda del dataísmo, se pregunte por la concepción del hombre que subyace en las nuevas prácticas comunicativas. Lo hace con el fin de mostrar el reduccionismo que implica orillar las humanidades, así como desconocer que el hombre, más que un individuo, ante todo es persona.
Este libro plantea debates muy interesantes en sus breves capítulos y resulta sugerente para enriquecer el discurso sobre la relevancia que han adquirido en tiempos recientes los medios. Frente al ruido y el vértigo de la comunicación contemporánea, Serrano Oceja recomienda el sosiego de la cultura clásica. La sección dedicada a la comunicación en la Iglesia y la novedad comunicativa de Francisco tampoco tiene desperdicio.

TROA