LA SOMBRA DE POE

El 8 de octubre de 1849, un abogado de Baltimore ve pasar el pobre entierro de su escritor favorito, Edgar Allan Poe, y decide investigar las circunstancias del desgraciado suceso, en torno al cual existen serias imprecisiones.Para ello intenta localizar al hombre en que se inspiró Poe para crear a su clarividente personaje Auguste C. Dupin, y logra encontrar en París a dos posibles candidatos.
El autor (Nueva York, 1975) ha emprendido en su segunda novela una tarea ambiciosa, en la que quiere conjugar el análisis de las particularidades que rodearon la muerte de Poe con un ingente número de episodios que abarcan no sólo pacientes pesquisas y sagaces deducciones, sino también crueles persecuciones, siniestras conspiraciones, intervenciones de la policía, rocambolescas escapatorias, muertes violentas, asombrosas desapariciones, bellas mujeres y, en fin, todos los elementos de las novelas de acción al gusto decimonónico. Con tales ingredientes cabía esperar un relato dinámico y divertido, pero esas características son precisamente las que le faltan. El protagonista y narrador carece de personalidad y, más que ingenuo, parece desmañado y obtuso, las aventuras aparecen faltas de gracia, agudeza y atractivo, y la preocupación por el último episodio de la vida de Poe no parece tener para el lector español la relevancia que quizá pueda alcanzar entre los americanos. En definitiva, demasiadas páginas para un relato de lectura tediosa.

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