- Editorial: ALBA
- Año de edición: 2014
- Materia: Memorias. Diarios
- ISBN: 978-84-8428-996-8
- Páginas: 392
- Encuadernación: Rústica
- Colección: Rara Avis
- Idioma: Español
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La obra evoca la vida en Viena, donde nació el autor, y en Praga, de donde procedía su familia, a lo largo de las décadas de 1920 y 1930.
Nacido en 1908, Friedrich Ephraim Kantor, su nombre real, contaba diez años al desaparecer el Imperio Austrohúngaro, su primera patria, treinta cuando Austria fue anexionada al III Reich alemán y uno más al estallar la II ª Guerra Mundial. Por esos motivos afirma que las épocas de crecimiento y formación de su vida han transcurrido siempre en tiempos de decadencia. En este libro, publicado en 1975, pocos años antes de su muerte y que define como escrito desde la nostalgia, reúne una serie de recuerdos de ambientes y personajes, políticos y escritores en su mayoría, que ejemplifican unos modos de pensar y vivir desaparecidos, lamentablemente, para siempre. La figura de su tía Jolesch, la primera de la galería de personajes, queda retratada con extraordinaria viveza y coloreada con el más divertido humor, por sus sentencias filosóficas y su peculiar manera de expresarse, no muy académica pero de inequívoca claridad. Después de que a través de ella se aporte la nota familiar y doméstica, las imágenes siguientes reflejan el entorno intelectual de la burguesía judía de las que fueron las dos principales ciudades del Imperio de los Habsburgo, las capitales de Austria y Bohemia respectivamente. Torberg (1908-1979), perteneciente a este círculo, reproduce con fidelidad, afecto y sutil ingenio, las peculiaridades de carácter y conducta de sus miembros más destacados. Su testimonio tan valioso como ameno e incluso divertido, ofrece una interesante reconstrucción de una etapa particularmente fecunda de la cultura centroeuropea, vista desde una perspectiva donde el factor humano cobra mayor relevancia que el pensamiento de fondo, sin llegar a eliminarlo. Escrita con estilo jovial y fluido, la obra mantiene su vigencia debido a que en ella las constantes individuales de la humanidad prevalecen sobre los cambios de las estructuras sociales.
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