LA TIGRESA Y EL ACROBATA

Susanna Tamaro (Trieste, 1957) cumple en esta novela, titulada La Tigresa y el Acróbata, su ya manifestado deseo de escribir una fábula para adultos que trate sobre el sentido de la vida y la forma en que cada ser humano debe ocupar su lugar en el mundo. El papel de protagonista lo desempeña un bello ejemplar hembra de tigre siberiano que, después de que su madre abandonara el cubil donde los crió, se despide también de su hermano de camada para encontrar, cada uno por su lado, su propio espacio vital. Durante un tiempo la tigresa pone rumbo a Oriente y se resiste a ser un feroz depredador, como lo es toda su especie, limitándose a matar para sobrevivir y evitando el contacto con los seres humanos, sobre cuyo peligroso instinto cazador le habían advertido las enseñanzas maternas. En su camino encuentra una especie de ermitaño en cuya choza pasa largo tiempo y con el que conversa sobre inquietudes espirituales, hasta que unos desalmados tratan de apoderarse de ella para venderla a un circo. Decidido a impedir sus planes, el dueño de la cabaña pierde la vida sin conseguirlo. Tras varios años convertida en atracción circense, la tigresa escapa gracias a la ayuda de un niño y regresa a su ambiente natural donde permanece en solitario el resto de sus días.
La obra trata de temas de importancia crucial como la soledad, el miedo, la incomunicación, la crueldad y el egoísmo. Sobre estas cuestiones su amigo, el hombre de la cabaña, proporciona a la protagonista abundante material de reflexión y le enseña a pensar como un ser racional, incluso a preguntarse el destino que le aguarda después de la muerte. La figura de un ser vivo de gran fuerza y regio aspecto, herido por la ausencia de su madre primero y por la de su guía espiritual después, simboliza, con la sencillez de las fábulas, el conflicto que afecta a muchas personas que, llegados a la edad adulta con posibilidades de un gran desarrollo en todos los ámbitos, no aciertan a conseguirlo por falta de apoyo afectivo. Debido a su juventud, la tigresa no acaba de asimilar muchas de las enseñanzas que recibe de su maestro y sólo tiempo después, al recordarlas, consigue comprenderlas y ponerlas en práctica. Susanna Tamaro narra con delicado estilo de fuerte impregnación lírica, este proceso de maduración personal, enmarcado en descripciones muy cuidadas de paisajes y escenarios naturales y tratado siempre desde la perspectiva de las reacciones emocionales, de una forma que recuerda a la novela que la hizo famosa, titulada “Donde el corazón te lleve”. En esta ocasión, al tratarse de un relato fantástico, resulta más difícil al lector identificarse con el personaje central y con sus vivencias por lo simbólico de la trama. La tigresa que se resiste a utilizar su fuerza y su instinto, resulta poco convincente y las enseñanzas de su maestro, en cuyo fondo parece apreciarse cierta influencia del espiritualismo hinduista, reflejan un voluntarismo poético difícilmente traducible en términos de aplicación al mundo real. Entre la fabulación literaria y la especulación ética, la obra se sitúa en un espacio impreciso donde el esteticismo formal predomina sobre las ideas de fondo.

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