- Editorial: DEBATE
- Año de edición: 2020
- Materia: Filosofía. Generalidades
- ISBN: 978-84-18006-34-0
- Páginas: 368
- Encuadernación: Cartoné
- Colección: < Genérica >
- Idioma: Español
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No hay en la actualidad filósofo más conocido y más relevante que Michael Sandel. Desde hace unos meses, los medios hablaban de su nuevo libro, ofreciendo adelantos y extractos. Recién publicado, está llamado a convertirse en un auténtico best-seller, lo cual, teniendo en cuenta de que trata de filosofía política, no es fácil. Pero la fama didáctica y el sentido común de su autor auguran su éxito.
En realidad, no hay nada nuevo en ese ensayo que, siguiendo la crítica contra el utilitarismo, vuelve a incidir en el espacio público. Sandel detecta que la postura liberal, que se basa en la distinción de lo público y lo privado y exige el destierro de las concepciones de bien, es insuficiente. En este sentido, cree que evitar los dos males que padecen las sociedades actuales (la desigualdad económica y la polarización política), es urgente y que solo puede hacerse por medio de la noción de bien común.
Hay que reconocer la oportunidad del ensayo: la frustración social crece cada vez más y la amenaza del populismo es ya palpable. Sandel hace bien en cuestionar la mentalidad meritocrática, pese a que supone destruir parte del sueño americano. Su concepción política es novedosa, pero clásica: sostiene que la política no consiste tanto en la gestión -hay una crítica radical de lo tecnocrático- como en la elaboración de un discurso colectivo, común, que acerque a los que son conciudadanos y descubra una vida buena compartida.
Por otra parte, Sandel llama la atención sobre reducir la vida política a lo económico. Es muy interesante su idea de que no se puede limitar el bien común a una cuestión de justicia distributiva. Junto con lo económico, la política hace referencia a los valores y, por tanto, tiene una irrenunciable dimensión axiológica. A través de lo común, los ciudadanos pueden volver a confiar en las instituciones y, al mismo tiempo, embarcarse en un proyecto colectivo, superando la polarización y la virulencia del debate público contemporáneo.
Junto a estas consideraciones, Sandel reflexiona sobre los orígenes teológicos y filosóficos del mérito. A su juicio, este procede de una suerte de secularización de la gracia. Frente a la idea inicial, que hizo posible la libertad individual, ahora la insistencia en el mérito conduce a la confrontación y a lo que llama política de la humillación. Para curar a la sociedad de este sentimiento frustrante, es necesario recuperar la discusión sobre la vida buena, la auténtica clave de la política.
TROA
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