LA ÚLTIMA COLONIA

Philippe Sands (Londres, 1960) es un abogado británico y francés, profesor de derecho y director del Centro de Cortes y Tribunales Internacionales del University College de Londres. Especialista en derecho internacional, ha ejercido como abogado ante la Corte Internacional de Justicia, el Tribunal Internacional del Derecho del Mar, el Tribunal Europeo de Justicia, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y la Corte Penal Internacional. Sus experiencias en estos ámbitos del Derecho, le ha llevado a escribir libros de no ficción donde refleja la compleja relación entre los países y sus intereses particulares.
En esta ocasión, La última colonia se centra en las tragedias personales que provocaron las colonizaciones del pasado, concretamente en la isla Mauricio que el Reino Unido dejó que se independizara “en falso” reservándose el archipiélago de Chagos para sus intereses con Estados Unidos desde los años sesenta del siglo XX hasta la actualidad. La intención de este último país en poner una base militar en la isla Diego García llevó al Reino Unido, sin ningún tipo de explicación, a deportar a todos los habitantes del resto de las islas de Chagos. Las heridas de entonces todavía siguen abiertas por la falta de voluntad de las grandes potencias para reparar la injusticia infligida a una minoría y negándoles el derecho a volver a su tierra después de cincuenta años de colonización ilegal.
Philippe Sands centra su exposición en la figura de Liseby Elysé, una de las mujeres deportada a la que permitieron argumentar sobre el caso frente a La Corte Internacional de La Haya en 2018: el 27 de abril de 1973, con veinte años y embarazada de su primer hijo, se vio forzada a subir a un barco en pésimas condiciones junto a su marido y el resto de los habitantes de Peros Banhos, una pequeña isla del archipiélago de Chagos. Les reubicaron en la isla Mauricio simplemente con lo puesto y con la prohibición de regresar a sus casas.
Tras la independencia, Mauricio procuró recuperar el archipiélago de Chagos que le correspondía como unidad territorial y el derecho a ocupar las islas por sus antiguos habitantes.
El autor transmite los hechos de manera simplificada y sin el empleo de tecnicismos para adaptarse a un lector poco familiarizado con términos jurídicos, pero capaz de entender lo injusto de algunas decisiones políticas.

Encarnita Herraiz