LA ÚLTIMA HERMANA

La última hermana es una novela biográfica inspirada en la historia de María Edwards MacClure, pariente lejana del embajador y novelista Jorge Edwards (Santiago de Chile, 1931). Perteneciente a una rica familia chilena, la protagonista llegó a París en la década de 1920, recién casada con un diplomático destinado en la embajada de Chile en Francia. Después del suicidio de su marido, en circunstancias escandalosas, se trasladó a su país para dejar allí a su única hija, todavía muy pequeña, al cuidado de la familia, y continuó viviendo en la capital francesa, donde mantuvo una relación marital con un exiliado español. Ocupada la ciudad por el ejército alemán a comienzos de la Segunda Guerra Mundial, decidió abandonar su vida lujosa y abierta a cualquier diversión o fiesta para colaborar en un hospital judío fundado por la familia Rothschild. Mientras los alemanes se llevan presos a los enfermos, por motivos raciales, la mujer se dedica a liberar a los niños del hospital, entregarlos a la Resistencia y financiar su mantenimiento. Acabada la guerra, pierde los restos de su fortuna en manos de un estafador y, en la década de 1950, regresa a Chile, acompañada de su amante, se reencuentra con su hija, casada y madre de un adolescente, y muere en 1972.
La obra narra la evolución personal de una mujer que, acostumbrada al lujo y la comodidad, escoge libremente arriesgar de continuo su vida y gastar íntegro su patrimonio en la tarea de salvar a unos pequeños desconocidos. La protección del almirante Wilhelm Canaris, amigo de su familia durante su estancia en Chile, le permitió actuar en libertad durante algún tiempo. Al caer en desgracia Canaris, fue detenida y torturada sin que esto le indujera a cambiar de conducta al recuperar la libertad. A través del relato se percibe el interés de Jorge Edwards por aclarar los motivos que influyeron en el cambio radical de la conducta de la protagonista, entregada a los demás hasta el punto de sacrificar tiempo, bienes y hasta la propia persona, a tan noble causa. La obra, formalmente, bien realizada en cuanto se refiere al estilo y la técnica narrativa, acredita la reconocida experiencia literaria del autor. El contenido tiende a resaltar la generosidad de la protagonista, con la que se pretende justificar moralmente otros aspectos más dudosos de su conducta.

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