LA VIUDA NEGRA

Gabriel Allon, figura destacada del servicios de Inteligencia israelí y protagonista de la popular serie a cargo del novelista americano Daniel Silva (Michigan, 1960) afronta en el actual episodio La viuda Negra una de las misiones más arriesgadas de su carrera.
París y Londres acaban de sufrir varios atentados que han ocasionado centenares de víctimas inocentes, atribuidos a los guerrilleros radicales dirigidos por las autoridades del llamado Califato Islámico.
Inglaterra y Francia solicitan ayuda del Estado de Israel, por considerar que dispone de los mejores medios y de la experiencia de neutralizar los ataques lanzados contra los judíos desde los territorios dominados por la Autoridad Palestina.
Gabriel Allon se traslada a París con el fin de crear un grupo de acción que, basado en las técnicas practicadas en su país, sea capaz de descubrir los planes del enemigo con la antelación suficiente para detener a los terroristas antes de que lleguen a ejecutar con éxito sus criminales propósitos. Después de interceptar vía satélite las comunicaciones de los yihadistas y descubrir el nombre clave de su más destacado dirigente, ”Saladino”, como se hace llamar el supuesto Califa, Allon convence a su amiga, la doctora israelí Natalie Mizrahi para que se infiltre en el ejército del califato con el pretexto de prestar sus servicios sanitarios. Con nombre falso y la nueva personalidad de una médica palestina humillada por los judíos, logra engañar a los islámicos de modo tan eficaz que sus jefes le encargan, nada menos, que de atender al propio Saladino, herido grave durante un ataque sorpresa de la aviación. Los informes que Natalie transmite a su base resultan inquietantes. Los musulmanes del califato se disponen a lanzar una cadena de mortíferos atentados sobre Washington, durante la visita de Estado del presidente francés, que será recibido en la Casa Blanca. Dadas sus cualidades y acreditado fervor islámico, la doctora espía, quedará integrada en uno de esos comandos y se la ha concedido, además, el honor de convertirse en mártir de la causa y llegar al paraíso de Alá después de hacer explotar la mortífera bomba adherida a su cuerpo. Los siniestros planes de los terroristas se llevan a cabo, facilitados por el escepticismo del presidente norteamericano, que considera exagerados los temores de los israelitas, franceses y británicos. Los episodios finales recuerdan, por su violencia desatada los atentados de Nueva York del 11 de setiembre de 2001, aunque esta vez, gracias al heroísmo de Gabriel Allon, los asesinos no logran a alcanzar en su totalidad los objetivos propuestos. La trama se inspira en hechos reales, aunque Daniel Silva introduce, con su reconocida habilidad narrativa dentro del género de aventuras, elementos de intriga ficticios, descritos con una prosa ágil que mantiene viva la tensión hasta el emocionante desenlace. Los personajes, tanto los protagonistas como los secundarios, no aparecen identificados de forma nominal, aunque, por algunos de sus rasgos y gestos, parecen tomados de la realidad.

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