LAS OREJAS DE LOS SALTAMONTES

A lo largo de unas vacaciones de verano, el niño que protagoniza el cuento se dedica a cazar insectos para ayudar a su prima a realizar un trabajo escolar. Gracias a esta tarea, su atención se distrae del hecho de que su padre está muy enfermo y su madre lo ha enviado a vivir con unos tíos mientras ella está cuidándole, unas veces en el hospital y otras en casa. La obra trata el tema de la enfermedad y la muerte en un entorno suavizado por la dedicación de los familiares para distraer al pequeño. Gracias a eso, no percibe ni el sufrimiento del padre ni el dolor de la madre e, incluso, no capta en toda su intensidad, la tragedia que pone fin a la situación, aunque sea consciente de lo que ocurre en su casa. El autor, en este su primer libro infantil, hace hablar al protagonista en primera persona, reproduciendo fielmente el modo de hablar infantil, con frases muy cortas que expresan sentimientos y sensaciones con ingenua precisión y cierto desorden en el proceso de raciocinio. La forma en que el niño sabe que nunca más va a volver a ir con su padre a ninguna parte está contada con tal sobriedad de palabras que parece un tanto fría, pese a que se menciona expresamente la presencia de un sacerdote y la celebración de un funeral.

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