LAS PENAS DEL JOVEN WERTHER

Desventuras de un joven sensible y apasionado, enamorado sin esperanzas de la prometida de otro hombre. Celebrada la boda, el desdichado amante pone fin a su existencia, considerándola inútil si debe separarse de su amada.Con esta novela, Goethe (1749 -1832), que al publicarla contaba veinticinco años, alcanzó fama internacional.
La obra supone, a fines del siglo de las luces, una violenta reacción del sentimiento contra el predominio de la razón. En él se anuncia ya la venida del romanticismo, con sus rasgos característicos: exaltación de los impulsos no racionales, pasiones insensatas imposibles de reprimir, efusiones líricas de una sensibilidad exacerbada, descripciones campestres de tono bucólico y un final dramático y efectista. Este libro, en que la maestría literaria de su autor queda palpable, es una creación elevada a la categoría de clásica. Por eso, perder este enfoque de valores estéticos objetivos, con la abstracción espaciotemporal que el clasicismo supone, determinaría que tanto su estilo ampuloso, declamatorio, como sus personajes y situaciones, alejados de la perspectiva social y literaria de hoy, resultaran inverosímiles, incluso falsos. La postura del protagonista, que se quita la vida por un contratiempo amoroso, en su momento pudo influenciar a los jóvenes cerebros románticos, pero hoy en día, por su ya citada condición de clásica, no parece presentarse como un ejemplo pernicioso. Por otra parte, existen valoraciones muy positivas del amor, la familia y la fidelidad conyugal, y el suicidio del protagonista es consecuencia más de cierto desequilibrio psíquico que de un convencimiento razonado.

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