- Editorial: ATICO DE LOS LIBROS
- Año de edición: 2018
- Materia: Novela policiaca y de misterio. Novela negra
- ISBN: 978-84-16222-81-0
- Páginas: 496
- Encuadernación: Rústica
- Colección: < Genérica >
- Idioma: Español
19,90 €
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Primera novela de Stuart Turton. En ella se mezclan tantas cosas que no es fácil quedarse con ninguna. Es una novela de misterio, que todos están orgullosos de ver en ella a Agatha Christie, con un estilo inglés muy decimonónico y con una porción de irrealidad imaginativa, ya que el protagonista va encarnando diversos personajes.
En una mansión ya decadente, pero suntuosa, Blackheath, se dan cita unos personajes para homenajear a Evelyn Hardcastle, hija de los dueños. Pero en la fiesta la asesinarán y el protagonista, Aiden Bishop, tiene que descubrir quién es el asesino para poder abandonar la casa, pero -y esto es lo sorprendente- cada vez que se duerme, despierta siendo uno de los que habitan la casa esos días y volviéndose a repetir la escena del asesinato tal como lo ve y vive el nuevo personaje. Y eso ocurre durante ocho días. Al lector le queda la tarea de ir coleccionando datos para intentar descubrir al asesino.
A Bishop le acompaña un personaje siniestro que aparece y desaparece y que le va dando pistas e informes sobre su misión, a la vez hay otros personajes que parece que también están en el mismo juego y que deben de descubrir al asesino, pero solo uno podrá abandonar la casa.
El misterio es múltiple: no basta con descubrir al asesino, hay que descubrir a los que también están amenazados y el por qué. No deja de ser original cómo se van descubriendo y complementando las personalidades de los personajes según van siendo asumidos por Bishop y cómo tiene que cargar y sufrir con los diversos problemas de cada uno y comprender, aunque no siempre compartir sus principios morales.
Lo más complicado del libro es hacerse con todos los personajes, aunque se hayan especificado en las primeras páginas y recordar, sin engañarse, los diversos datos que van apareciendo.
Las descripciones tanto de los exteriores como de la casona son buenas para poder sentir el ambiente asfixiante en el que se desarrolla la acción. El final, desconcertante se mueve en la misma línea que toda la novela: no esperemos mucha lógica. En conjunto: entretenida, con exceso de páginas y que puede hacer reflexionar ante la variedad de personajes y el problema del mal y la orientación moral.
Escrita con un estilo culto, su lectura puede hacerse farragosa y complicado o, al contrario, si la leemos con humor y sobre todo tiempo (muchas veces habrá que volver atrás) puede resultar tremendamente entretenida.
Alberto Portolés
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