LO QUE ESPAÑA LE DEBE A CATALUÑA

Ensayo dedicado a mostrar la contribución de Cataluña a la común Historia de España que abarca el período comprendido entre el s. VIII, tras la invasión musulmana, hasta el fallecimiento de Fernando II de Aragón, rey consorte de Castilla, en 1516.
El profesor de historia moderna y contemporánea Luis Suárez Fernández (Gijón, 1924), Premio Nacional 2001 y miembro de la Real Academia de la Historia, destaca el papel de Cataluña en la formación de la nueva España surgida en lucha contra el califato de Córdoba. El territorio que más tarde se conocería con el nombre de Cataluña fue denominado Marca Hispánica y sus pobladores llamados los hispani (o hispanioles) vasallos de los señores feudales del sur de Francia. Con Wifredo El Velloso, el noble hispano-godo nombrado por la monarquía francesa Conde de Barcelona, consolida, en paralelo con el reino de Asturias, la resistencia contra los musulmanes en el nordeste de la Península, conscientes los reyes cristianos de luchar por la recuperación de España. Unidos los condes de Barcelona por matrimonio con la Casa de Aragón, se incorporan plenamente a la empresa común y toman parte activa en las rivalidades, éxitos, fracasos y guerras entre los reinos vecinos de Navarra, Castilla y León. En los momentos decisivos, como es el caso de la Gran Batalla, librada en Las Navas de Tolosa (1212) el rey de Castilla Alfonso VIII junto al de Aragón, Pedro II y el de Navarra, Sancho VII, olvidan sus diferencias para defender la integridad de la España cristiana. El profesor Suárez destaca la importancia de esta campaña en la que castellanos, navarros, aragoneses y catalanes combatieron juntos contra el enemigo común de la misma nación española. El siglo XV con la muerte sin heredero del rey de Aragón Martín I, el proceso integrador se refuerza con la elección del castellano Fernando I de la Casa de Trastámara en 1412. La unión de los reinos de España quedará finalizada con Fernando de Aragón e Isabel de Castilla que incorporan además Navarra y conquistan Granada. La obra llega a su final con la muerte de Fernando el Católico momento en el ocupará el trono de España el nieto de los reyes de Aragón y Castilla, Carlos I heredero de la Monarquía Católica que Suárez Fernández considera prolongada hasta 1931, con la renuncia del rey Alfonso XII y la llegada de la II República. Escrito con estilo sencillo y tono reflexivo, el ensayo desmonta los argumentos que consideran a Cataluña como un territorio segregado que nunca formó parte de la nación española.

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