LO QUE QUEDA DE LUZ

Lo que queda de luz, reciente novela de Tessa Hadley (Bristol, 1956) narra la vida de dos parejas inglesas de clase media alta, ya entrados en los cincuenta y con hijas mayores, cuya existencia cambia tras la muerte de uno de ellos. Durante treinta años la pintora Christine y su marido, el poeta Alex que trabaja como maestro de escuela, han sido amigos inseparables del maravilloso galerista Zachary (Zach) y su excéntrica esposa Lydia. Juntos han viajado, han mantenido interesantes conversaciones, han compartido problemas financieros y entre ellos hay vínculos que parecen irrompibles, Todo cambia cuando Zachary muere repentinamente. "De todos nosotros, él es el que no podíamos permitirnos perder", piensa Christine, mientras consuela a su amiga. Lydia es una mujer ociosa, no sabe cómo llenar su tiempo y es invitada a trasladarse a casa de Alex y Christine donde pronto surgen los problemas y la convivencia se enrarece entre copas de vino y ropa desordenada. Las tres décadas de amistad amenazan con romperse ya que el pasado regresa con recuerdos y agravios del ayer, no del todo enterrados, hasta el punto de resurgir un triángulo amoroso. Los tres se sienten vulnerables, todo parece tambalearse, sin equilibrio, ya que el ancla que los mantenía firmes ha desaparecido. Hadley estructura su novela como un compacto edificio, a base de capítulos cortos, que acaban por disgregarse tras el desmoronamiento vital que se origina tras la muerte de Zach. A través de un narrador omnisciente se reflejan las contradicciones del ser humano en temas importantes como la fidelidad conyugal, la paternidad, la amistad o al envejecimiento. La autora dibuja con sutileza y profundidad los matices psicológicos, los sentimientos y la personalidad de cada uno de los personajes y conduce al lector a una reflexión sobre la complejidad de ciertas decisiones, y en general, de la existencia humana.

TROA