LOLITA BUTTERFLY. 4: DANDO EL CANTE

Dolores Morera o Lolita Butterfly, como prefiere llamarse, recomienza en esta obra su diario un martes y trece del mes de octubre de un año no precisado. Entre las noticias sobre sí misma que anota, destinadas a sus lectores, figura como la más destacada que en los últimos tiempos se muestra sumamente interesada en la música, moderna naturalmente. Ella y su mejor amiga, Maripec, son muy aficionadas a cantar y esta última, además, ha conocido a un chico que le gusta mucho y que toca la guitarra eléctrica en un grupo punk de rock juvenil que se ha formado en una barriada marginal de la ciudad donde viven. La casualidad de que la madre de este chico hubiese sido compañera de universidad de la de la protagonista, favorece la relación entre las dos familias y facilita a las niñas integrarse en la banda de los chicos. La obra narra las particularidades de la formación del grupo que pasa a llamarse Emerald city band y el éxito de su primera actuación en público. La autora emplea un estilo coloquial, cuajado de términos propios del habla juvenil y totalmente ajeno a la lengua escrita. El relato, frívolo, superficial y lleno de tópicos, basa las abundantes notas de humor en recursos pobres y desgastados. A pesar de eso, el desparpajo expresivo de Lolita y las divertidas peripecias de los ensayos con sus nuevos amigos músicos, pueden entretener al público al que va destinado. Las ilustraciones tipo viñetas de cómic y los juegos tipográficos que animan el texto contribuyen a aumentar el escaso interés de la trama argumental.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa