- Editorial: ESPASA
- Año de edición: 2021
- Materia: Novela policiaca y de misterio. Novela negra
- ISBN: 978-84-670-6135-2
- Páginas: 360
- Encuadernación: Rústica
- Colección: Espasa Narrativa
- Idioma: Español
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Como especialista de prestigio en novela negra, los herederos de Agatha Christie se fijaron hace años en la autora inglesa Sophie Hannah para proponerle ampliar las aventuras del famoso detective belga, Hercules Poirot. Con Los asesinatos de Kingfisher Hill, Hannah completa un póker de misterios que inició con Los crímenes del Monograma y continuó con Ataúd cerrado y Las cuatro cartas.
En esta ocasión, Poirot es llamado por Richard Davenport al complejo de Kingsfisher Hill para resolver de un modo discreto el asesinato de su hermano Frank de quien se ha declarado culpable su prometida, algo que ha desconcertado a la familia y no terminan de creer. Para ocultar sus verdaderas intenciones, Poirot dirá viajar allí por su interés en el desarrollo de Los vigilantes, un juego de mesa del que confiesa ser admirador. Una vez en el lugar, tanto Poirot como Catchpool conocerán con mayor profundidad a los miembros de la familia Davenport, dese los progenitores hasta algunos de los amigos que parecen más cercanos.
Al más puro estilo Christie ya en el camino hacia su destino, tanto Poirot como el inspector Edward Catchpool son testigos de algunos sucesos y protagonistas de conversaciones que facilitarán pistas para la resolución futura de los asesinatos. ¿Pero no era un único asesinato? Cuando hay un crimen sin resolver fácilmente el asesino caerá de nuevo en la tentación de ocultar sus actos de la peor manera posible. ¿Pero es el mismo asesino? Incluso eso no quedará claro hasta el último momento. Ese en el que, como nos tiene acostumbrados, Hercules Poirot reunirá a todos los implicados en una habitación para explicarles hasta lo que el lector jamás pensaría que podría tener explicación.
Digna heredera de Agatha Christie, Hannah conoce bien las virtudes de su personaje. Detrás de ese rostro ingenuo se esconde una mirada ávida de la persona a la que no se le escapa ningún detalle. Al mismo tiempo, su caballerosidad y delicadeza mantienen viva la imagen de un investigador que resuelve los crímenes, pero parece no juzgar nunca personalmente a sus autores, consciente de que el pecado lleva aparejada la penitencia.
Álvaro Lucas
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