- Editorial: DESTINO
- Año de edición: 2023
- Materia: Crítica literaria
- ISBN: 978-84-233-6347-6
- Páginas: 176
- Encuadernación: Rústica
- Colección: Imago Mundi
- Idioma: Español
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El libro, editado y prologado con devoción por Ana María Martínez, recoge quince discursos de Miguel Delibes. Desde el primero y visionario, pronunciado en 1975 en el acto de recepción de la Real Academia Española: El sentido del progreso en mi obra, hasta el titulado Un ecologista de vanguardia, en noviembre de 2008, apenas año y medio antes de su muerte, en agradecimiento a la Universidad de Salamanca por nombrarlo doctor honoris causa. Son una buena muestra de los temas nucleares de su obra: el aire libre, la naturaleza, el hombre no mimetizado han sido a lo largo de cuarenta años las constantes de mi literatura.
Se le ha denominado como un cazador que escribe, pero Delibes trasciende esa etiqueta y ostenta opinión propia. Una reflexión ética: su denuncia ante la destrucción de la naturaleza, y su correlato: la deshumanización y el gregarismo que propician las grandes urbes, en aras del progreso tecnológico; además de reivindicar la libertad de expresión del escritor en épocas de censura. Una concepción de la novela que trata de ahondar en la condición humana, y que se fundamenta en la historia: un hombre, un paisaje, una pasión, además de las relaciones entre el autor, el narrador y los personajes, a los que dota de rasgos que los hace seres únicos. Por último, un amor apasionado a su tierra -nació, vivió y murió en Valladolid- y una deuda con sus circunstancias: su familia, especialmente su mujer, Castilla, su historia y su tradición, sus gentes. ¿De dónde entonces su universalidad? De imprimir a las costumbres [locales] categoría de hábitos seculares que definen la condición humana de un lugar del mundo. Don Quijote, por ejemplo, no puede ser inglés.
En sus discursos, como en sus novelas, brilla la precisión y belleza de su lenguaje. Aunque Delibes declare con sencillez que ese lenguaje no es suyo, que lo ha tomado prestado del pueblo, de sus paisanos: Si yo escribo bien, es porque ellos hablan bien.
Francisco Andrés
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