LOS IMAGINARIOS

Amanda, la protagonista de esta historia, una noche abre el armario de su dormitorio para colgar su impermeable y se encuentra con un niño de su misma edad dentro. Pronto se da cuenta de que nadie salvo ella lo ve y habla con él y descubre que se trata de un amigo imaginario. La historia de esta amistad centra una trama compleja y cuidadosamente elaborada a modo de novela gótica donde los personajes humanos como Amanda y su madre, viuda desde antes de nacer su hija, se mezclan con otros que no son fantasmas sino seres a los que presta existencia la imaginación de personas que tuvieron una infancia solitaria y necesitada de compañía. Cuando estos pequeños crecen, sus amigos invisibles dejan de interesarles y entonces estos compañeros ficticios buscan en su mundo imaginado un nuevo destino entre niños a los que les cuesta relacionarse y hacer amistades. La trama refleja la vida del amigo invisible de Amanda después de que ella perdiera la memoria al ser atropellada por un coche, y su relación con Frigo un perro que tiempo atrás fue la mascota imaginada por la niña que después llego a ser la madre de Amanda. La obra, bien escrita, se desarrolla en dos planos entrecruzados para poner de manifiesto que para los niños la línea que separa la realidad material del mundo de la fantasía es muy débil y difusa. Al final la madre de la protagonista entiende que esto es así y ella misma entra en el juego de su hija al recordar que de pequeña también había imaginado que tenía un perro, mientras que la madre de la mejor amiga de Amanda al ver que también su hija muestra señales de hablar con otra niña invisible, prefiere llevarla a un psicólogo. Bien escrita, la historia resulta un tanto compleja en su desarrollo argumental y su lectura requerirá un público con la experiencia lectora suficiente para ser capaz de captar el mensaje acerca del poder de la imaginación y el valor de la amistad que encierra su contenido.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa