LOS MISTERIOS DEL RECTÁNGULO

Contemplar un cuadro es un proceso complejo, una aventura no solo estética sino intelectual, ya que al impacto inicial de la belleza sigue la búsqueda del significado, el descubrimiento de rincones oscuros, de figuras borrosas, de una serie de signos que el pintor ha ocultado o escondido deliberadamente. Eso, sin contar los secretos que desde hace algún tiempo sacan a la luz los rayos X y que no estaba previsto que se revelaran. Estas son las ideas que han movido a la autora, amante de la pintura pero no experta en ella, a escribir la serie de ensayos recogidos en este libro, donde refiere lo que le sugieren cuadros como "La Tempestad" de Giorgione,"Mujer con collar de perlas" de Vermeer, los "Caprichos" de Goya y otros, hasta un total de nueve trabajos.
No se trata de un libro técnico, sino de un conjunto de lecturas sugerentes, muy personales, donde literatura y pintura se funden en una amalgama en que la primera envuelve a la segunda en un halo de palabras bien elegidas, frases bien construidas y sensaciones bien transmitidas al lector. Más que enseñanzas concretas sobre cuadros, lo que se aprende de estas páginas es a mirarlos con ojos nuevos, al margen de lo que críticos e historiadores hayan descubierto, aunque sin ignorarlo. Pueden asumirse las afirmaciones de Hustvedt o no compartirlas, como algunas donde aparecen influencias freudianas un tanto exageradas o una visión del mundo de origen particularmente luterano. Sin embargo, en conjunto su avidez contemplativa, penetrante y lúcida, encierra perspectivas de indudable interés.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa