LOS TERRORISTAS

Martin Beck y Gunvald Larsson se ocupan de varios casos que acaban entrelazados: Rebecka Lind es acusada de robar en un banco. Es una persona ajena a la política y a la burocracia y representa una crítica a la sociedad sueca. Un director de cine ha sido asesinado: producía películas porno y se aprovechaba sexualmente de las actrices. Y el gran tema: la visita de Estado de un senador de EEUU a Suecia que requiere grandes medidas de seguridad. Larsson sufrió el atentado a otro dignatario es un país de Latinoamérica y ha aprendido las técnicas usadas por el grupo terrorista ULAG. Aunque hay cierta descoordinación y muchos problemas burocráticos y de competencias, el buen trabajo de Beck y Larsson con algunos policías bien entrenados, logra resolver la situación.
La conocida pareja de escritores de novela negra sueca escribe de modo sobrio, ateniéndose al desarrollo del funcionamiento policial y a la crítica intensa al sistema político de EEUU y al de su propio país. Los toques habituales de sexo o sentimentales son también sobrios y escasos. Sjöwall y Wahlöö empiezan desperdigando casos y con un juicio algo desconcertante que luego atan en cabos bien armados y coherentes. Van soltando pistas al lector, junto con sus intensas críticas al penoso sistema policial sueco, para llevarle a algún momento de acción. Acción no hay mucha, tampoco demasiada sangre: hay pistas, deducciones y trabajo. Hay personajes intensos a los que conocemos de anteriores novelas y que trabajan a su aire poco ortodoxo, pero que salvan el honor de la policía sueca. Hay organizaciones terroristas y personas que viven de modo distinto, que desafían convencionalismos y son aplastadas por el sistema estatal. La novela es toda una crítica social bien argumentada.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa