LUCIA SOLAMENTE. 7: UNA DOBLE SORPRESA

Mimí, la mejor amiga de Lucía, espera ilusionada que avisen a sus padres para ir a recoger a una niña que acaban de adoptar. Sin embargo cuando por fin llega el aviso, se lleva un gran disgusto porque lo que les han adjudicado no es la hermanita bebé con la que soñaba, sino un niño de tres años. Por su parte, Lucía también recibe una agradable sorpresa pero en nada comparable a la Mimí. Siempre sensata y razonable, la protagonista recoge en sus anotaciones todos estos acontecimientos, para analizarlos y reflexionar sobre las conclusiones a las que llega. La novela refleja tanto las actividades escolares de Lucía como su vida en familia y las relaciones con los amigos, siempre en el mismo tono constructivo de extraer consecuencias prácticas de los problemas a los que debe enfrentarse en cada momento. La autora, a través de su protagonista, pone de manifiesto la necesidad de plantearse interrogantes ante los acontecimientos de la vida cotidiana para actuar de modo consecuente y ordenado. Ante los deberes de clase se plantea el modo más adecuado para realizarlos y ante la llegada a casa de Mimí de un chico, reflexiona sobre las diferentes formas de pensar y actuar de niños y niñas. Del mismo modo, cuando por fin sus padres le permiten tener un perro, comprende la necesidad de adaptar sus costumbres y hacer hueco en ellas para dedicar tiempo al cuidado de su mascota. Las abundantes ilustraciones, tipo comic, y la división del texto en capítulos breves facilitan la lectura de la historia y la asimilación de los mensajes que encierra su contenido.

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