MAÑANA NO SERÁ LO QUE DIOS QUIERA

Esta narración biográfica, que es a la vez un homenaje al poeta Ángel González (1925-2008), se remonta a sus abuelos para explicar el ambiente familiar y las condiciones históricas, sociales y políticas que configuraron su vida. También aporta un homenaje a su padre, ateo y republicano, honrado y trabajador, de ideas laicas y respetuoso con su esposa católica. Además, explica la guerra civil desde las ideas de un republicano que desdeña credos, religiones, iglesias y curas, y quiere hacer una pedagogía que libere a los niños para que vivan su vida sin las ataduras del franquismo ni del catolicismo. Destaca el retrato de Oviedo, ciudad algo olvidada por los novelistas contemporáneos.
La novela destaca por el perfecto ensamblaje de ritmo, recuerdo o memoria y cadencia poética, entremezclada con una prosa adecuada y magnífica. Ese ritmo y ese esmero de un lenguaje que quiere ser un homenaje a un hombre y a sus ideas logra que el lector se sienta inmerso en su perfecta cadencia. García Montero usa de ciertas repeticiones y reiteraciones de temas y frases en prosa para afianzar los temas y demorarse poéticamente en descripciones de lugares domésticos, de animales o de situaciones, descritos con gran sensibilidad, ternura y profundidad de ideas. A través de la narración se refleja insistentemente la ideología política del autor, desintoxicada de odios y amarguras. También hace alguna concesión al erotismo.

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