MANHATTAN BEACH

Jennifer Egan, nacida en Chicago en 1962, comenzó su carrera literaria con la publicación de relatos, pero ha sido en la novela donde ha obtenido sus mayores éxitos. En 2011 fue premiada con el Putlitzer y con el National Book Critics Circle Award por El tiempo es un canalla.
Manhattan Beach es una muestra de su buen hacer literario con unos personajes sólidos, de evolución compleja y sentimientos difíciles de clasificar en un escenario de gran realismo, fruto de un estudio detallado para ambientar adecuadamente una trama convincente y vívida.
Eddie Kerrigan pertenece al sindicato del crimen. No siempre fue así. Antes trabajó en el teatro y se casó con una de las bellas coristas de Les Folies. La felicidad acompañó a la pareja con el nacimiento de su hija Anna y varias inversiones acertadas con las que consiguieron una holgada fortuna; pero la llegada de la pequeña Lydia con una enfermedad degenerativa y el crack de la bolsa a la que siguió la grave crisis económica de los años treinta, arrastró a los Kerrigan a la ruina y a pedir ayuda a Dunellen, un antiguo compañero de orfanato de Eddie al que había salvado la vida ahora convertido en un gánster en el puerto de Manhattan.
En su nueva tarea como mensajero de Dunellen, muchas veces Eddie llevó a Anna de la mano como una coartada de inocencia en un trabajo delicado. Una de esas visitas es a Dexter Styles, un hombre rico cuya personalidad inquietó especialmente a Anna y cuya imagen quedó en su recuerdo. Un par de años después Eddie desaparecería sin dejar rastro dejando a su familia en la más absoluta incertidumbre. Cuando Anna ha cumplido ya los diecinueve y la Segunda Guerra Mundial está en todo su apogeo, su trabajo en el arsenal de la marina la llevaría casualmente a volver a encontrarse con Dexter, un hombre poderoso que quizá pudiera saber algo del paradero de su padre.
La historia que cuenta Jennifer Egan está llena de trasfondos y recovecos que impiden una lectura lineal, consiguiendo mantener al lector a la espera de nuevos acontecimientos. Aunque el argumento no es nuevo, sí resulta novedosa la manera en el que la autora lo cuenta. El mundo oscuro del hampa instalado en los clubs nocturnos y la extorsión se ve desde la humanidad particular de los protagonistas a quienes, a pesar de su moral corrompida, no les anula la capacidad para el bien, incluso les sitúa ante la posibilidad de realizar acciones heroicas y abrirse a la reconciliación y la esperanza.

Encarnita Herraiz