MÁQUINAS COMO YO

¿Tienes los humanoides sentimientos? ¿Qué es lo que diferencia a los humanos de los robots? ¿Pueden los humanoides tener sentimientos? ¿Cuáles son los límites éticos de la inteligencia artificial? A la ya larga lista de ensayos que están abordando la cada vez más numerosa presencia de los humanos artificiales en diferentes campos de la sociedad actual, se suma esta novela de Ian McEwan (1953), uno de los escritores ingleses con más prestigio y mayor proyección internacional.
Con mucho ingenio, McEwan cuenta la historia del humanoide Adán, el modelo más avanzado de inteligencia artificial que ha sido diseñado, junto con otros robots, por Alan Turing, uno de los mayores expertos en computación e informática. Adán resulta físicamente muy parecido al humano occidental, hasta tal punto que cuesta darse cuenta de que es un robot. El modelo no solo es perfecto en este sentido sino que Adán incorpora en su pensamiento numerosos rasgos del pensamiento humano, de su capacidad de raciocinio, de tomar decisiones y hasta de sentir.
Su propietario es Charlie Friend, un abogado fracasado que se encuentra en una pésima situación económica. En vez de invertir en otras cosas, gasta el dinero de la herencia tras la muerte de su madre en comprarse este último y exclusivo modelo de robot. Adán tiene la peculiaridad de que algunas de sus funciones pueden ser seleccionadas por los propietarios, como los rasgos de su carácter. Para ello, Adán pide ayuda a Miranda, su joven vecina que está finalizando los estudios universitarios. Entre los dos, elijen los principales rasgos del carácter de Adán.
Poco a poco, Adán se incorpora a sus vidas, aunque siempre provoca sentimientos complejos y contradictorios. Sin embargo, Adán sabe estar en su sitio y se gana la confianza de los dos. A Charlie le ayuda a que sus inversiones en bolsa sean más eficaces y a Miranda en muchas cuestiones domésticas. Poco a poco, Adán incluso comienza a enamorarse de Miranda y llegan a tener un tórrido encuentro amoroso.
La novela avanza contando el progresivo enamoramiento de Charlie y Miranda y la cada vez más soltura que tiene Adán para vivir casi como un ser humano, aunque sigue dependiendo de sus propietarios. A la vez, se cuenta un episodio del pasado de Miranda que marca la evolución de la novela, pues tiene que enfrentarse a la persona que acusó de violación, que ya ha salido de la cárcel y ha jurado vengarse. A la vez, mientras las relaciones con Charlie se robustecen, Miranda se ha planteado adoptar a un niño que Charlie recogió abandonado en un parque y entregó a los servicios sociales.
McEwan sitúa su imaginativo argumento en Londres, en los años 80. Pero introduce importantes transformaciones en lo que fue la historia real. En la novela, Inglaterra sale derrotada en la guerra de las Malvinas, lo que provoca un cataclismo social. Y McEwan convierte en protagonista a Alan Turing, un científico que se anticipó a su tiempo pero que falleció en 1954.
Novela entretenida por los debates que plantea, aunque McEwan se queda en la superficie. Lo suficiente para mostrar las dudas que existen sobre los límites de la inteligencia artificial y las posibilidades de dotar a los humanoides de emociones y sentimientos plenamente humanos.

TROA