MARQUITOS, LADRÓN

Ha llegado la hora de merendar y Marquitos no quiere la merienda que tiene preparada, una rica pera, porque él prefiere comer chocolate. Ante la negativa de su cuidadora y aprovechando cuando ella está entretenida planchando, decide servirse solo accediendo a la despensa. Al principio sólo se come una onza, pero acaba comiéndose toda la tableta. Cuando termina, tira el envoltorio a la basura para no dejar pistas. El cuento, breve, y con unas ilustraciones expresivas, está escrito de forma sencilla y simpática. Plantea una historia muy cercana a los niños, en la que les resultará fácil verse reflejados. Tiene un claro propósito educativo sobre la importancia de no decir mentiras y la de actuar en contra de lo que dicen los mayores.

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