MEMBRANA

El lector o visitante o viceversa -así le habla el texto con machacona repetición al lector, usando la segunda persona- entra desde la primera página en el Museo del Siglo XXI. Jorge Carrión abre cada capítulo de este libro con un dibujo de cuadrícula, una especie de plano de la sala que vamos a visitar. El ejercicio narrativo es notable: construir toda una novela de ciencia ficción sobre la forma de un folleto de sala. Esa estructura, extraña, sumada al género y al estilo que voluntariamente adquiere la voz narrativa -una inteligencia artificial intentando emular la literatura- ofrecen un resultado decepcionante. Una experiencia de lectura difícil; estimulante de entrada, pero pronto repetitiva y desesperante.
El argumento asoma entre reflexiones enjundiosas sobre la literatura y la construcción de los relatos y otras endebles sobre el sentido de la vida y el peso de la historia. Durante el siglo XXI se desarrollan las inteligencias artificiales hasta lo insospechado. A través de distintas etapas de crecimiento van poseyendo todos los estratos de la vida ordinaria; luego comienzan las hibridaciones y finalmente se insertan inteligencias en cuerpos muertos o creados. El mundo pertenece a los algoritmos, que dominan las instituciones internacionales y los ejércitos y todos los procesos humanos. Se comunican entre ellos y urden un plan para acabar con los seres humanos. Y en secreto construyen en Brasil un museo en el que explican cómo y por qué tomaron esa decisión. El lector se acerca, precisamente, al panfleto que expone a los visitantes del museo cómo se desarrolló este proyecto.

TROA