MEMORIAS DE UN CADÁVER

Relato breve, original y desconcertante, cuyo argumento se ajusta perfectamente al título. Bela, una adolescente de quince años, inadaptada, retraída y poco sociable relata su historia personal después de su suicidio con el que da comienzo el libro. El estilo informal muy acorde con el personaje principal, facilita que Bela exprese de forma muy vívida sus inexplicables experiencias en la extraña dimensión en que ahora vive, durante los tres días siguientes a su fallecimiento. Desde el enigmático e-mail, desencadenante de la tragedia, se percibe a sí misma y a su entorno de un modo real, pero no físico en el nuevo tiempo al que ha accedido. Sin toques fantasmagóricos ni de ultratumba, la narración en sí puede resultar algo escalofriante para el lector, que asiste a lo que ella experimenta desde su condición de muerta, mientras sus sentidos funcionan con normalidad en una sensación de aparente placidez. A la vez que espectadora de su entorno en momentos tan especiales, va desgranando sus frustraciones, errores y traumas familiares, que por fin comprende cuando ve las reacciones de las personas cercanas con las que siempre se mostró huraña y distante. Recuerdos del pasado y reflexiones acerca de ese nuevo mundo en el que debe instalarse se entretejen con remordimientos y nuevos deseos en los que late el anhelo por vivir. De lectura absorbente y cargada de intriga hasta el final, queda en el aire el sentido trascendente de la persona que ni siquiera se apunta.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa