MENTIRA Y SORTILEGIO

La narradora de esta historia familiar atormentada es la última descendiente de una estirpe en la que se entremezcla la clase alta y los campesinos, las pasiones desatadas y los amores egoístas y crueles. Elisa centra la historia de su familia en cuatro personajes principales que sostienen la trama: Anna, su madre, enamorada de su primo Edoardo -que la rechaza- pero casada con Francesco por interés. Francesco, su padre, hijo del adulterio de Alessandra -una campesina- con Nicola, el administrador infiel de Edoardo.
Elsa Morante escribe con un estilo y una situación temporal decimonónica. Es muy prolija en la descripción física y psicológica de sus personajes y del drama interior que les envuelve, con voluptuosidad y sensualidad, pero sin descripciones eróticas. Su esquema es sencillo: cada personaje es tratado minuciosamente y casi exclusivamente durante unas cien páginas y, habitualmente, todos están llenos de vicios y maldad: la abuela es huraña, el abuelo alcohólico, Edoardo cruel y egoísta; su amistad y amores son interesados y hostiga y manipula a todos. La novela tiene un permanente tono melodramático y lleno de emociones agitadas, sentimientos fuertes y desilusiones amorosas. Anna -personaje central- vive, incluso casada, entre la pasión permanente por Edoardo y un adulterio fingido; Alessandra, entre un adulterio real del que se siente orgullosa. Aquella rechaza la religión y odia a curas y monjas y se siente atrapada en el sortilegio de su pecado complejo y tortuoso. Alessandra, sencilla, está poseída por su secreto y por su hijo que destaca entre los aldeanos. Al final, al leer la correspondencia fingida de Anna nos preguntamos: ¿hemos leído una invención de Anna, confundida en su propia mentira que se ha creído?

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