MI HERMANA DEL ALMA

Nacidas el mismo día en Calcuta, en la misma casa, unidas por lejano parentesco pero criadas por sus madres como hermanas, las dos jóvenes protagonistas de esta novela encarnan distintos rasgos de la condición femenina en la India contemporánea.
La autora ha creado dos personajes muy diferentes entre sí, pero ambos interesantes y bien definidos, situados en un entorno de cierto relieve social pero de claro declive económico. La ambientación está plenamente conseguida, lo mismo que los personajes secundarios, bastante abundantes pero todos ellos justificados en su papel. La acción, ágil y variada, indica de modo plausible las coincidencias y divergencias que se producen en la mutua relación de las protagonistas a medida que ambas crecen y se transforman en adultas. El contexto de fondo es el de una cultura tradicional budista, conservadora pero no fanática, que se abre lentamente a influencias occidentales de índole social y económica, no de orden espiritual. Dentro de este esquema, se acepta el divorcio sólo como solución para evitar un aborto impuesto a la mujer por la familia del marido, y no tienen cabida las relaciones al margen del matrimonio.
Las descripciones costumbristas, el enfoque sentimental de la trama y la fluidez del estilo, directo, expresivo y de sencillo vocabulario, hacen fácil y entretenida la lectura de esta historia, que trata cuestiones actuales sin caer en tópicos folclóricos ni falsos exotismos.

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