NAPOLEÓN VII

Un contable jubilado se entrega a la lectura de biografías de Napoleón, hasta que llega a creerse el mismísimo emperador. La novela muestra los encuentros, afortunados o desgraciados, entre contable y emperador.
Esta novela exige del lector que se ponga en la perspectiva del autor para disfrutarla. Con bastante imaginación, mucho ingenio y una levísima trama, Tomeo retrata un personaje que se mueve bien dentro de su locura, desarraigo y soledad. A través del concierto de voces, en ocasiones a la par -el contable, Napoleón, Josefina..., y sobre todo su secretario, Bourraine- aporta datos reales de Bonaparte: aficiones, discursos, etc., y tal vez la clave del hombre que, en su frustración, opina que "cualquier pequeño detalle es una buena excusa para hacernos nuevas preguntas". Ironía, humor e ingenio se alían para hacer de la novela un divertimento original y de amena lectura. Aunque plantea diversos temas, apenas quedan esbozados y no son concluyentes.

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