NÁUFRAGOS

Mario Catelli presenta esta novela protagonizada por un chico español de catorce y años y un niño de doce, guineano, que coinciden en una playa situada en una zona desértica del sur de Marruecos, después de que en una súbita y terrible tormenta, naufragaran las embarcaciones en que uno y otro navegaban rumbo a las islas Canarias. El español había zarpado de Barcelona con su madre y el marido de ésta, dueño del barco, en viaje de placer, mientras que el guineano trataba de llegar con su padre a territorio español a bordo de una embarcación tan frágil como abarrotada. Después de largas horas de permanencia en el mar, los dos llegan exhaustos a la misma orilla marroquí, solos y sin saber donde están ni qué ha sido de sus respectivos familiares. La obra narra la relación de mutua ayuda que se establece entre ambos para sobrevivir, encontrar alguien que les ayude a llegar a algún lugar habitado y evitar ser capturados por traficantes de menores. La acción, ágil y variada, describe la azarosa travesía de los protagonistas por territorio marroquí donde encuentran personas dispuestas a prestarles apoyo desinteresado, ya que ninguno tiene dinero pero también pasan por serias dificultades. El adolescente español conoce a través de su compañero de aventura la difícil situación de los emigrantes ilegales y a medida que la descubre, crecen la admiración que siente por su nuevo amigo, por su valor y fortaleza ante la adversidad. A medida que pasan los días comprende la situación de privilegio en que vive y lo absurdo de sus quejas, en compensación con las circunstancias del otro náufrago. La obra, escrita con estilo cuidado y narrada con técnica fluida es de lectura interesante y su contenido encierra un mensaje positivo de amistad y comprensión entre los personajes centrales, aunque el español se rebele contra su madre por haberse vuelto a casar después de ruptura de su matrimonio.

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