NO HAY LUGAR SEGURO

Una urbanización fantasma a las afueras de Dublín, un barrio solitario símbolo de la recesión inmobiliaria; una construcción de mala calidad y esperpéntica. Una familia feliz, donde el asesino en plena noche corta de raíz su dicha… la mujer logra sobrevivir para contar la historia. Un caso espeluznante y un reto para uno de los inspectores, Mick Kennedy, más profesionales y rectos de la historia del crimen, donde su propia vida familiar no es ajena a lo sucedido. Descripciones asombrosas, relatadas con mucho mimo y capaces de trasladar al lector al espacio de los hechos para hacerle sentir las ráfagas de viento, el oleaje frio y el olor a sangre de los asesinados. Un escenario donde los sueños se truncan; donde nada es lo que parece… La novela transmite la dicotomía clásica: o es blanco o es negro. La profesionalidad de los investigadores… frente a la falta de ética. La razón frente al sentimiento. La búsqueda de la verdad sea quien sea el asesino, frente a las justificaciones; una casa pulcra frente a una serie de agüeros en las paredes. Los personajes desbordan un optimismo que se rompe ante la realidad; incapaces de pedir ayuda se encierran en su propia muerte como la hilera de chalets deshabitados. El simbolismo de unas existencias vividas de cara a la galería. Una estructura que sigue la trama cronológicamente y mantiene el suspense con un lenguaje cuidado que facilita al máximo la lectura, Sin embargo pierde fuerza en el desenlace con palabras malsonantes light encajadas en los diálogos y alusiones a temas sexuales.
Tana French es la autora, actriz y novelista; ha recibido varios premios.

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