NO NOS DEJAN SER NIÑOS

Relato policiaco situado en la localidad menorquina de Ciudadela durante la época actual. Una serie de crímenes en cadena siembra la alarma en la calle y altera la tranquila rutina de la Policía Nacional, poco acostumbrada a enfrentarse a casos de esa naturaleza.
Con el fin de reforzar el dispositivo local, la Central de Madrid envía al veterano inspector jefe de homicidios Roberto Rial, que toma el mando del operativo acompañado de su joven ayudante Álvaro, experto en el manejo de las nuevas tecnologías informáticas aplicadas al mundo del crimen. Los enviados de Madrid son recibidos con hostilidad por el comisario de Ciudadela que no parece dispuesto a dejar sus competencias en manos extrañas. Rial añade a su equipo a una antigua colaboradora, la agente María Médem destinada en Menorca que acaba de incorporase al servicio activo tras agotar el tiempo de baja por maternidad. María y el inspector habían mantenido una relación sentimental durante los primeros años de su ingreso en el cuerpo de policía. En el transcurso de las investigaciones, se producen dos nuevos asesinatos que despiertan inquietud en los mandos y dudas sobre la eficacia de los métodos empleados. Los crímenes, todos ellos cometidos en ancianas, parecen obra de una mujer afectada de una psicosis morbosa como consecuencia de una infancia desgraciada y solitaria. La experiencia del inspector, el ingenio de la agente y el dominio informático de Álvaro, logran resolver un caso que parecía irresoluble. La belleza del paisaje isleño y las descripciones ambientales, contribuyen a amenizar un relato escrito con estilo ágil y abundantes diálogos, que sirven para reflejar los sentimientos, afectos y odios de los personajes. Ciertos episodios de contenido sexual que no se refieren a los dos protagonistas y antiguos amantes, pueden afectar negativamente la sensibilidad del lector.

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