NO SIEMPRE LO PEOR ES CIERTO

Carmen Iglesias, catedrático de Historia de la Universidad Complutense, miembro de la Real Academia Española, directora de la Academia de la Historia, preceptora de las Infantas y del rey Felipe VI, analiza en su ensayo No siempre lo peor es cierto el significado algunos de los episodios más relevantes de la historia secular de España.
De acuerdo con el título de la obra, tomado de unos versos de Calderón de la Barca, la profesora Iglesias se propone analizar los acontecimientos desde una perspectiva serena y equilibrada para corregir las versiones negativas a priori que alteran el conocimiento de la verdad.
La obra trata de ofrecer una percepción múltiple de la realidad española según aparece vista desde el exterior en los países del entorno, y desde el interior, a través de las crónicas y testimonios documentales recogidos en las diversas épocas. Los datos manejados por la autora ofrecen una acertada síntesis, más que del propio significado de los hechos en sí mismos, de las corrientes ideológicas predominantes en cada momento que inspiraban las decisiones de los gobernantes y las reacciones que despertaban en el conjunto del pueblo español. La obra señala cómo los cambios de mentalidad y costumbres, desde el Renacimiento a la Ilustración y sus consecuencias en los siglos XVIII y XIX, con las tensiones entre conservadores y liberales, influyeron de forma decisiva en los movimientos ideológicos y políticos vigentes a lo largo del siglo XX. Entre ellos se destacan en la obra los sucesivos períodos de crisis, desde la caída de Alfonso XIII, la IIª República, la Guerra Civil y el régimen del general Franco, hasta 1975, con el restablecimiento de las libertades al amparo de la corona, encarnada por el rey don Juan Carlos I y más tarde por el sucesor, Felipe VI. A los elogios dedicados al espíritu de consenso que, con el rey y Adolfo Suárez, permitió la transición pacífica desde la dictadura a la democracia, opone como único problema y como la cuestión más grave del actual régimen constitucional, el separatismo de Cataluña y el País Vasco. El ánimo conciliador de la autora le lleva a considerar que el diálogo y el respeto hacia los sectores críticos de la sociedad son la fórmula ideal para mantener el prolongado período de paz vivido por la sociedad española en los últimos cuarenta años. La extensa documentación, el estilo denso y el rigor expositivo propio de un trabajo de investigación, exigen un público lector especializado en la materia o de alto nivel cultural.

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