La detective privada Kinsey Millhone aborda en este nuevo caso la investigación del intento de asesinato de su ex-marido, que era compañero suyo en la policía cuando se conocieron. Casualmente, encuentra una carta dirigida a ella hacía catorce años y que nunca recibió, de la cual se deduce que su marido no cometió un homicidio del que le acusaron y que, aunque fue absuelto, destrozó su vida. Mientras él se encuentra en coma, Kinsey decide averiguar qué fue lo que realmente ocurrió.
La novela está escrita con estilo ligero y correcto, y despliega una trama en la que intervienen personajes bastante bien delineados.La acción se localiza en 1986, por lo que la protagonista carece de aparatos sofisticados para llevar a cabo sus averiguaciones y debe confiar en su ingenio e instinto. El resultado de todo ello es un relato entretenido, muy representativo del talante de la autora. Los sucesos en que se basa el argumento se desarrollan entre personas poco escrupulosas y con una mentalidad bastante permisiva. De forma aislada, se incluyen frases o expresiones de mal gusto relativas a las relaciones amorosas que se entablan entre algunos de los personajes.
© Reseñas bibliográficas Fundación Troa
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