OFFSHORE

El protagonista de la serie, el famoso comisario Kostas Jaritos, creado por el novelista griego Petros Markaris(1937)deberá ocuparse en esta ocasión de esclarecer el asesinato de un alto funcionario de la Secretaría de Estado de Turismo de Grecia Kostas Lalópulos muerto en su domicilio de un disparo en la frente.
Según los primeros indicios, el móvil del delito parece haber sido el robo, aunque el comisario mantiene desde el principio una tesis distinta. Lalópulos, involucrado en negocios sucios, cobro de comisiones extra y tráfico de drogas, bien podría haber sido víctima de un ajuste de cuentas entre mafiosos. Cuando las evidencias se confirman y está a punto de resolverse el caso, el comisario recibe de sus superiores la orden tajante de cerrar el atestado y calificarlo sin más como el epígrafe de “robo con asesinato”. Días más tarde Jardakos, acaudalado armador naviero se encuentra acuchillado en su despacho, delito que Jaritos se esfuerza por esclarecer junto a los agentes a su cargo. La llegada a Grecia de grandes sumas de capital procedente de bancos domiciliados en paraísos fiscales, tan conocidos como los de las islas Caimán, despierta las sospechas del comisario Kostas. El aluvión de millones coincide con el regreso al país de grandes armadores de origen griego, hasta el momento afincados en Londres. Al relacionar los dos últimos crímenes con esos movimientos financieros, el comisario decide abrir de nuevo las investigaciones interrumpidas. No tarda en recibir la orden de abandonar los casos y someterse a un expediente disciplinario, además de quedar suspendido de empleo y sueldo hasta la resolución final adoptada por sus jefes. El asesinato de un periodista que había reunido datos sobre los inversores de dinero negro, pone en manos de Jaritos pruebas que muestran el acierto de sus teorías conspiratorias y la complicidad de las autoridades al encubrir los asesinatos bajo capa de simples actos de delincuencia común. Kostas Jaritos, que aparece, como en los anteriores relatos de la serie, rodeado de su extensa, entrañable y divertida familia, es repuesto en su rango dentro de la Brigada Criminal, a cambio de no interferir con sus criterios morales en las actividades de los políticos dispuestos a salvar la quebrada economía de Grecia sin reparar en los medios. La prosa fluida de Petros Márkaris refleja fielmente los contrastes entre los vicios y virtudes de la sociedad griega, al situar la acción durante la Semana Santa ortodoxa y mostrar la pervivencia de la fe cristiana del pueblo griego. Gente sencilla y humilde que no ha perdido la esperanza, pese a las penosas circunstancias derivadas de una crisis que los políticos no han acertado a resolver.

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