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Durante el siglo XX, dos guerras mundiales redujeron notablemente la población de granjeros ingleses y dos epidemias, la de las vacas locas y la de la fiebre aftosa, al destruir la ganadería casi por completo, arruinaron a los escasos supervivientes.
En este escenario se enmarca la historia de dos familias, los Luxton y los Merrick, dueños de dos granjas vecinas en un pequeño pueblo de Devon, desde comienzos del siglo XVII. El último de los Luxton y la última de los Merrick forman un matrimonio abrumado por las deudas y por el estado ruinoso de las instalaciones de sus respectivas heredades. De forma inesperada, reciben un legado consistente en una finca situada en la isla de Wight y no sin pesar, venden sus granjas y se traslada allí para instalar un camping donde alquilan caravanas durante los meses de verano. El negocio resulta rentable pero también frustrante para quienes conocieron otro tipo de vida. La obra narra con un realismo sobrio, desnudo de todo artificio estético, la decadencia irreversible del mundo rural inglés. Quien compra las granjas es un matrimonio urbano adinerado que transforma sus terrenos y la casa principal en una lujosa segunda residencia para invitar amigos, dar lujosas fiestas o descansar los fines de semana. El autor encarna en la figura de Jack Luxton todo un declive social que culmina con el suicidio del padre, incapaz de sobrellevar su viudez, y la muerte de su hermano menor fallecido en la guerra de Irak. Un argumento tan bien concebido como hábilmente desarrollado y unos personajes conmovedores por su incapacidad para manifestar la profundidad de su amargo sufrimiento, sustentan un universo novelístico de intensa fuerza humana. El estilo y la técnica narrativa se manifiestan eficaces para transmitir el drama interior de los protagonistas, de un modo que alcanza niveles antológicos en episodios como el de la repatriación de los cuerpos de los soldados caídos en Basora. El tono triste del relato de unas vidas descentradas se atenúa en el desenlace donde el amor de los protagonistas resiste a las tentaciones de ruptura.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa