OLIVARES

El profesor Rivero Rodríguez, catedrático de Historia Moderna en la Universidad Autónoma de Madrid, ha trabajado líneas de investigación atinentes a las épocas históricas del virreinato y a las relaciones bilaterales entre España e Italia, así como respecto de la monarquía de Felipe IV, amén de las referidas a la figura del conde duque de Olivares.
El valido Olivares consiguió uno de esos hitos históricos tan extraños por difíciles y, a la vez, tan sugerentes: acceder al poder sin experiencia gubernamental, dominando la política durante dos décadas. En la historiografía patria son pocos los que reivindican su figura, pues se le imputan trapacerías varias que no tienen parangón en aquella época histórica de principios del XVII. Y sus años de gobierno estuvieron marcados por el inicio del fin del Imperio español, lo cual condujo sin solución de continuidad a un declive permanente y lacerante de nuestra nación.
Lo que hace el profesor Rivero es poner en tela de juicio tales asertos. Desde los inicios de su mandato el conde duque de Olivares impulsó reformas que se tildan en el libro de “revolución cultural”, basándose en el poder de los virreyes y en que fueran estos los que velasen por la consecución de una buena administración en sus jurisdicciones y, en suma, “pusieran en orden” las cosas. Olivares creía en lo que hoy llamamos meritocracia, como también abogaba por la frugalidad política y el cultivo de virtudes. Rivero concluye arguyendo que, después del repaso histórico que de la época se debe hacer, el legado de Olivares llega hasta más allá de los confines que marca la dinastía de los Austrias. En fin, un diagnóstico muy alejado de aquellos quienes consideran la tarea de Olivares como sin fuste ni peso. Nada más lejos de la realidad, según este autor.
Un libro para aficionados a la Historia y, especialmente, para aquellos interesados por acceder con rigor y honestidad a una fuente de calidad que desmiente algunos de los tópicos más repetidos.

TROA