OLIVE KITTERIDGE

Los Kitteridge, farmacéutico él, profesora de Instituto ella, padres de un hijo único, son el prototipo de ciudadano local medio, y por eso la narración avanzará al ritmo de sus vidas. Cada capítulo refiere la historia de alguien del pueblo en que viven y explica la relación de vecindad o de parentesco que le vincula con el matrimonio. La obra, publicada en 2008, obtuvo el Pulitzer 2009.
La obra desgrana una amplia serie de variantes de vida monótona, menuda en sus alegrías y en sus tragedias.No hay personajes que destaquen ni sucede nada extraordinario, insólito o inesperado. La protagonista, Olive, es tan áspera como su marido cordial, y su hijo escapa del hogar en cuanto puede. Divorcios, enfermedades, adulterios, ausencias, enfrentamientos, relaciones truncadas, soledades y amarguras, muertes dolorosas, etc., componen un fresco cotidiano donde predomina el gris y que refleja los cambios de la sociedad, a medida que pasan las décadas, con un pausado ritmo provinciano. La autora muestra una técnica narrativa tradicional y sencilla, pero eficaz para transmitir el perfil humano de gentes que no entienden del todo lo que les toca vivir, desperdician oportunidades de dar y recibir afecto, carecen de convicciones espirituales y religiosas y no tienen ideas claras sobre lo que diferencia el bien y el mal. Su estilo, seco y sobrio, se pliega dócilmente al realismo del argumento, a su visión de un ambiente mediocre y de Olive, una mujer poco atractiva por falta de relieves y tonalidades y conmovedoramente triste por vacía de grandeza y dignidad.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa