OLYMPIA. 3: UN MUNDO DE DOS SABORES

En la tercera entrega de la serie protagonizada por Olympia aparece ya totalmente recuperada de la lesión que sufrió en el episodio anterior. Dada su buena forma física, se dispone a viajar a Madrid para unirse a la selección nacional de gimnasia femenina. Durante el curso escolar permanecerá interna en un chalet de Canillejas con el resto de las componentes del equipo. Junto a sus compañeras, asistirá a las clases impartidas en un centro privado para seguir sus estudios por la mañana mientras dedican las tardes a los entrenamientos. La obra narra, con estilo sencillo y sin pretensiones literarias, la pena que siente al alejarse de sus padres y amigos por vez primera a los doce años. Todo ello con la dificultada añadida de superar las molestias derivadas de adaptarse a una forma de vida muy diferente a la que ha conocido hasta ese momento. Al esfuerzo de estudiar y entrenar a la vez se une el trato difícil con alguna de las compañeras veteranas de la residencia y la rigidez de las normas impuestas por la entrenadora, en especial en lo que se refiere al régimen de comidas, controlado para impedir que las gimnastas aumenten de peso. La reacción de estas, niñas todavía, es comprar en secreto todo tipo de chucherías, más para calmar su ansiedad que por auténtico apetito. Como en los dos episodios anteriores, la autora, cuatro veces participante en finales olímpicas de gimnasia, pone de relieve a través de su protagonista, los sacrificios que exige mantenerse en primera línea de competición deportiva. Al tiempo, deja constancia de la satisfacción que produce disponer de los medios para conseguir una perfección en los ejercicios que alcance el objetivo de llegar a dominarlos por completo. El apéndice final de consejos para mejorar la flexibilidad corporal y los hábitos de alimentación resulta de evidente utilidad orientativa, incluso para el público que no tenga intención de dedicarse al deporte profesional.

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