OTOÑO

Ali Smith, nacida en 1962 en Escocia, es autora, dramaturga, académica y periodista, además de comendadora de la Orden del Imperio Británico y miembro de la Royal Society of Literature.
Cuarteto estacional es una tetralogía de esta autora que comienza con Otoño, escrita en 2016 y que está ambientada en la época en la que tuvo lugar el referéndum del brexit, cuyo resultado provocó la división de la sociedad británica dejando al descubierto cierta decadencia moral y una clase política mediocre.
Daniel Gluck, antiguo cómico, autor de canciones publicitarias y cineasta, ha cumplido ya ciento un año y se encuentra atrapado en la fase de sueño profundo, previa a una muerte anunciada, en la cama de una residencia de ancianos. Elisabeth Demand, profesora asociada en la universidad, con un trabajo eventual y un sueldo precario, tiene treinta y dos y desde los ocho es la persona con quien ha mantenido una relación de amistad más estrecha. Desde que su madre, aprovechando la generosidad del señor Gluck, la dejara a su cuidado cada vez que se ausentaba de casa, surgió entre ambos una relación de entendimiento mutuo que llevaría a la niña a interesarse por todo lo que Daniel lograba despertar en su inteligencia. Ahora, haciéndose pasar por su nieta, procura estar el mayor tiempo posible junto a la cama del anciano leyéndole libros en voz alta esperando que le vuelva a preguntar por ellos como siempre ha hecho. Durante ese tiempo ambos se mueven en su propio mundo interior, Daniel en sus sueños y Elisabeth en el repaso de una vida en la que Daniel ha sido el único capaz de llenar plenamente su corazón impidiéndole mantener cualquier otra relación estable.
Ali Smith habla más a través de la actuación de sus personajes que con los diálogos. La amistad desigual entre una niña y un anciano capaces de reconocerse en el aspecto más intrascendente e inocente de la vida habla de un afecto más allá de cualquier tipo de interpretación.
Abundan las referencias bibliográficas de autores británicos y las referencias artísticas de los años setenta del siglo pasado en la figura de Pauline Boty, una pintora y actriz poco valorada en un mundo de varones con la que Ali Smith hace una reivindicación sobre la libertad artística, moral y sexual y en la que se apoya al plasmar escenas oníricas y simbólicas en los sueños de Daniel, como si de un collage de la propia Pauline se tratase, haciéndose presente el declive ideológico junto al deseo de un afecto incondicionado sea del tipo que sea.

Encarnita Herraiz