PENÉLOPE Y LAS DOCE CRIADAS

Reedición de Penélope y las doce criadas de Margaret Atwood (Otawa, 1939). Penélope, la reina de Ítaca que teje y desteje a la espera del regreso de su marido Odiseo, el héroe de los poemas homéricos, narra desde el lugar de los muertos, el Hades de la mitología griega, su versión de los hechos, bastante distinta de la que durante cerca de tres mil años ha mantenido la leyenda.
Atwood, buena conocedora de los versos de Homero, especula sobre ellos a través de una Penélope ya hecha espíritu que, fuera del tiempo, cuenta desde su punto de vista lo ocurrido mientras vivió como mortal. Como es habitual en ella, la autora adopta una postura de realismo desmitificador, al margen de cualquier embellecimiento poético, expresada en términos bastante ácidos.
Según se recoge en La Odisea, al regresar a Ítaca, Odiseo, ayudado por su hijo Telémaco, mató a todos los pretendientes de su mujer y, además, a doce de sus doncellas, por ayudar a éstos. Las víctimas intervienen en el libro actuando como el coro en el teatro griego, quejándose de su suerte e increpando a sus asesinos, uniendo sus imprecaciones a la reivindicativa postura de su ama.
El estilo, de expresión seca y poco adjetivado, emplea un léxico muy actual, salvo en los cantos del coro de doncellas, que se aproxima a patrones de versificación clásica. Penélope, personaje un tanto secundario entre los de género femenino del mundo homérico, cobra especial relieve en esta breve e interesante novela, como un tipo de mujer que, con pocos cambios sustanciales, puede darse en cualquier época. Troa.

TROA